Cuando no buscas, todo llega.
Qué irónico: estaba harta de decir que no quería saber nada de chicos, que iba a vivir mi vida sin ataduras, disfrutando cada momento y recuperando todo el tiempo que gasté viviendo con pareja. Sin embargo, aparece él, y hace que mi vida cambie completamente, que me pase el día mirando el móvil con la esperanza de encontrarme algún mensaje, deseando que pasen las horas y los días para que llegue el fin de semana y pueda verlo, pero sobre todo, odiando a la culpable de que lo eche tanto de menos por no poder verlo, odiando a la distancia. Es algo que suele pasar. Cada día nos cruzamos con miles de personas en los lugares a los que acostumbramos a ir, incluso vemos a quienes menos deseamos ver pero cuando deseamos con todas nuestras fuerzas ver a alguien todo se pone en tu contra.
Pero ¿sabéis que es lo bueno? que cuando dos personas quieren estar juntas, nada ni nadie puede evitarlo e impedimentos como puede ser la distancia lo único que consiguen es que las ganas del uno por el otro aumenten por momentos y los ratos que pasemos juntos sean aún mejores, maravillosos.
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