El destino
Un día cualquiera como hoy, decidí arriesgar y cambiar mi vida. Pensé que sería para mejor y aunque cambié mi vida rutinaria durante un tiempo para mejor, a día de hoy puedo decir que he vuelto a perder la batalla. Quería pasión en mi vida, aun sabiendo que eso podía complicar más las cosas y podía sufrir más. Y aquí estoy, como una mierda, llorando la pérdida de algo que en verdad nunca he tenido. Y lo peor es que al saber que nunca podré tenerlo me fijo más en ello. Pero quién sabe, a lo mejor el destino tiene preparada una sorpresa para mi y, como siempre, me sorprenderá cuando menos lo espere.
¿Y quien no dice que sea el destino el que ha hecho que hoy esté aquí, en este mismo instante, escribiendo para desahogarme mientras las lágrimas corren por mis mejillas para después recompensarme con algo mejor?
Jamás perdáis la esperanza, y menos en el amor. Si dos personas están destinadas a estar juntas, tarde o temprano, el camino los volverá a unir. Solo hay que tener esperanza y optimismo. Mientras tanto solo nos queda disfrutar de la vida y de los pequeños detalles que ésta nos da, porque esos son los mejores.
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